La contención secundaria de derrames es, en el entorno industrial moderno, un componente absolutamente esencial de cualquier plan de seguridad y gestión ambiental. En esencia, consiste en una barrera de respaldo diseñada para capturar fugas de sustancias peligrosas antes de que contaminen el suelo o el agua. Por esta razón, su implementación no solo es una buena práctica, sino también un requisito normativo indispensable.
En primer lugar, nuestras bandejas están fabricadas con geomembrana HDPE virgen. Como resultado, son inertes a la mayoría de químicos agresivos, aceites y combustibles. De hecho, esta es una característica fundamental para la contención secundaria de derrames, ya que a diferencia del metal, no se corroe ni se oxida, garantizando así una contención segura a largo plazo.
Además, el HDPE es un material no conductor y antichispa. En consecuencia, esta propiedad lo hace intrínsecamente más seguro para almacenar combustibles y solventes inflamables, minimizando drásticamente los riesgos de ignición en el lugar de trabajo. Sin duda, es un factor clave al diseñar sistemas de **contención de químicos**.
Prácticamente toda industria que maneja líquidos peligrosos necesita un plan de **contención secundaria de derrames**. A continuación, detallamos algunos de los sectores más importantes.
En Perú, el uso de sistemas de **contención secundaria de derrames** no es solo una buena práctica, sino también un requisito legal. Por ejemplo, estas soluciones ayudan a cumplir con regulaciones de organismos como la OEFA, que exigen planes de contingencia para el manejo de sustancias peligrosas. De hecho, invertir en una bandeja de calidad es invertir en tranquilidad y cumplimiento.
Por lo general, las normativas exigen una capacidad mínima del 110% del volumen del contenedor más grande. Por suerte, una ventaja de nuestros sistemas de **contención secundaria de derrames** es que se fabrican a medida para cumplir exactamente con este y otros requisitos.
Sí, por supuesto. La geomembrana HDPE que utilizamos contiene aditivos que le confieren una excelente resistencia a la radiación ultravioleta (UV). En consecuencia, esto permite su uso prolongado en exteriores sin degradarse, una característica vital para la contención de químicos al aire libre.
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